Filosofía y solidaridad VI: Hospitalidad y pervertibilidad. Ética y política en Jacques Derrida
En esta sexta entrada, abordaremos la implicación del concepto de solidaridad en el pensamiento
de Jacques Derrida, filósofo francés de origen argelino, cuyo nombre quedará en
la historia de la filosofía ligado a la idea de la deconstrucción.
1. ¿A
qué denomina Derrida imposible?
Es la experiencia de lo posible
como lo imposible. Lo imposible es entonces, la experiencia del
acontecimiento, de lo que llega (arrive) desde el por-venir, tan solo si puede
no llegar.
2. ¿A
qué le denomina posibilidad real?
Partiendo de lo dicho
anteriormente sobre lo imposible, lo posible es aquello que debe poder no llegar,
es decir, lo posible debe aparecer al mismo tiempo como lo imposible para que
una invencion del otro pueda anunciarse. El adverbio quizá es aquel de la
posibilidad y el acontecimiento de un posible cuya posibilitación debe
triunfar sobre lo imposible. Pues un posible que fuera solamente posible, sería
un mal posible, un posible sin porvenir (avenir), un posible ya dejado de lado,
cabe decir, afianzado en la vida. Seria un programa o una causalidad, un
desarrollo, un desplegarse sin acontecimiento. Posibilidad real es entonces ya
siempre, a la vez, una imposibilidad, una indecidible eventualidad sin la cual
no se podría decidir nada: aquello que puede no suceder [llegar], aquello que
sucede [llega] tan solo en la medida en que podría no suceder [llegar], es esa
indecidible eventualidad como posibilidad real lo que constituye la decisión y
lo que constituye la verdad.
Dicho lo anterior, y enfocándonos
en el análisis que Derrida lleva a cabo del pensamiento político de Carl
Schmitt, la idea de la posibilidad real se concretiza en las nociones de amigo y
enemigo. El concepto de enemigo tendrá sentido bajo la condición de una
posibilidad real: no solamente hay enemigo por la posibilidad de dar muerte,
sino que, por lo mismo, hay amigo, lo que instaura la comunidad no natural. Dicho con otras palabras, tan
solo hay amistad con un mortal al que, eventualmente, puedo matar. Lo que
también significa que el amigo puede matarme. Así, de cualquier manera, estamos
ya (posiblemente, pero esta posibilidad es justamente real) muertos el uno para
el otro”. Donde “real” no quiere decir exactamente efectivo.
En este pensamiento de la
posibilidad real, la excepción seria la regla de lo que sucede “la ley del
acontecimiento”.
3. ¿A
qué se le denomina pervertibilidad, intencionalidad, hospitalidad y hostilidad
según la ética?
-Pervertibilidad: es el umbral
cruzado por lo indisociable y lo heterogéneo. La Pervertibilidad implica una
perversión siempre posible y virtualmente inevitable. Dicho con otras palabras,
implica la posibilidad real de que algo positivo, si se rebasa cierto umbral,
se torne en una perversión.
-Intencionalidad: en el sentido
fenomenológico de conciencia-de, es para Derrida la hospitalidad que se sustrae
a la tematización. Es la hospitalidad ética. Esto es así, toda vez que la
intencionalidad fenomenológica se abre desde el umbral de sí misma, en su
estructura más general, como hospitalidad, acogida del rostro, ética de la
hospitalidad, por consiguiente, ética general. Por lo tanto, la hospitalidad,
que ya no se deja circunscribir, ni derivar, que transita originariamente el
todo de la experiencia intencional, ya no tiene contrario.
-Hospitalidad: para empezar,
diremos que Levinas considera que hoy, una reflexión sobre la hospitalidad
supone, entre otras cosas, la posibilidad de una delimitación rigurosa de los
umbrales o de las fronteras: entre lo familiar y lo no familiar, entre lo
extranjero y lo no extranjero, el ciudadano y el no-ciudadano, pero sobre todo
entre lo privado y lo público, el derecho privado y el derecho público, etc.). Derivado
de ello, el umbral de la hospitalidad será nombrado como aquello en lo cual se
podrá desaparecer, pasando rápidamente a la posibilidad del silencio, de la
disculpa, de la escucha y de la apertura en general.
En concordancia con lo antes
mencionado, Derrida considera que toda respuesta es requerida desde que lo
infinito, que es siempre del otro, es acogido. Desde que el otro es acogido en
la anarquía no hay el instante o el umbral de un comienzo; no habiendo tiempo
para darle al otro, hay el tiempo del otro, dado pre-originariamente, antes de
todo comienzo; de modo que la respuesta, un sí, se precipita: el sí al otro
responderá ya a la acogida del otro al sí del otro. No siendo una subjetividad
la que pueda dar una respuesta así, no siendo la instancia egológica de un yo
la que pueda en definitiva decidir; antes bien, siendo el otro el que puede
responder, pues la acogida es de otro, no habría primer sí, habría si ya como
respuesta.
Para concluir con este concepto,
diremos que Derrida considera que una irreductible hospitalidad con lo peor es
lo que hace falta para que la hospitalidad tenga su oportunidad posible. Hace
falta esta posible hospitalidad con lo peor para que la buena hospitalidad
tenga su oportunidad de dejar venir al otro, el sí del otro no menos que el sí
al otro.
-Hostilidad: Es la perversión de
la hospitalidad. No hay hospitalidad sin hostilidad ni esta sin aquella. Es la
guerra entre enemigos, la cual, tan solo es posible por la posibilidad real de
dar muerte. Desde el antes referido punto de vista político de Schmitt, la
hostilidad que decide quién es el enemigo es absoluta desde que decide también
sobre su contrario (la amistad). Esta cuestión se manifiesta la relación entre
los conceptos de amigo-umbral-enemigo.
En relación a los conceptos antes
señalados, Levinas enfatiza, por un lado, que una posibilidad espectral
es la imposibilidad de controlar, de decidir, de determinar un límite; por
otro, la imposibilidad de situar para mantenerse en él, mediante criterios,
normas, reglas, el umbral que separa la pervertibilidad de la perversión. Ello
es así puesto que el umbral ético puede siempre no tener lugar, puesto que
puede siempre faltar, esta imposibilidad de un umbral ético es en cierto modo
necesaria, ella nunca falta, desde el umbral.
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